Osaka

cena en kyoto

con los ciervitos de miyajima

Flo y los bichitos

Tori del agua

Kyoto

Haciendo base en Osaka emprendimos rumbo a kyoto, solo 40 min en shinkansen. Vimos varias obras, estaban bastante cerca. Fuimos a un parque que tiene un templo de oro y construcciones tipicas japonesas.
Muy linda la ciudad de kyoto, muy cerca hay una Montana que es sagrada y tiene un recorrido de 4 km hasta la cima cubierto con toris, subimos hasta que se empezó a hacer la noche. De ahí fuimos a otro lugar sagrado, el shopping de la estación kyoto, gigante. Me compre una remera y aprovechamos para cenar tentados por un buen plato de tallarines con algo que estaba muy bueno. También traía un picadillo que parece jamón pero es jengibre impregnado con algo, es inmundo y nadie lo come. En el vuelo LA tokyo con el sushi venia eso, pensando que era salmón me lo mande todo junto y me queme hasta la faringe.

Himeji

Nos levantamos a las 7 como todos los días, nuestro ultimo día en Osaka, ni desayunamos, después lo hariamos en el tren para ganar tiempo, integramos la estrategia de aprovechar los tiempos muertos en los trenes. Llegamos a la estación de himeji y conseguimos bicicletas para los 4, así que salimos contentos a buscar las 2 obras mas impotantes de la zona de Tadao Ando, hay varias de el en la ciudad pero teníamos que regresar temprano a Osaka para salir a Tokio donde pasaremos la noche para mañana partir muy tempranito hacia Beijing. Al final había terrible repecho, era en una Colina donde íbamos, llegamos muertos, a la bajada estuvo espectacular, van muy rápido las bicicletas japonesas. Para recuperar fuerzas festejamos el cumple de Daniela en un restorán italiano, con comida conocida. Me pedi tallarines con camarones, hace días que como todo lo que tenga camarones. Flo tranqui comió tallarines con salsa de tomate y queso a la clásica, para recordar la de su casa que tanto extraña!

Hiroshima

Desde Osaka 2 hrs en shinkansen. Algunos fueron con un poco de miedo por el mito de que hay radiación, lo que no es del todo mentira, aunque dicen que no es nociva para la vida. Era el día de niños gratis en el memorial, estaba plagado de pequeños japonesitos que aprovecharon para practicar ingles con nosotros. Las madres les preparan la vianda en cajitas de madera que llenan con sushi, arroz y frituras. Muy bueno verlos a miles comiendo sus viandas.
Es increíble que hace 75 anos esa zona fuera arrasada. Visitar el memorial deja una sensación rara, hay partes de la historia que no sabíamos. Pero al nipón si algo lo caracteriza es su perseverancia, los tipos son inquebrantables, reconstruyeron su país y lo transformaron en lo que es hoy. Y tomaron de la mejor manera posible los ataques, intentando que sea una enseñanza a futuras generaciones.
De ahí fuimos a miyajima, que es una isla donde hay un pueblo que tiene varios santuarios y el famoso Torii del agua. Tomamos un ferry para cruzar, el paisaje es espectacular.
Nos sorprendimos con todo el pueblo, pintoresco y poblado de ciervos. Se acercan si escuchan ruido a nylon, están todos gorditos de los turistas. Pudimos ver el torii sin agua, recorrerlo y a medida que la tarde se acercaba la marea subía y logramos verlo también en medio del agua, así que todo un éxito!!